Antes de viajar, ¿qué debo tener en cuenta?
147
post-template-default,single,single-post,postid-147,single-format-standard,theme-bridge,bridge-core-2.2.5,woocommerce-no-js,ajax_fade,page_not_loaded,,qode-title-hidden,columns-4,qode-theme-ver-21.2,qode-theme-bridge,qode_header_in_grid,wpb-js-composer js-comp-ver-6.2.0,vc_responsive,elementor-default

Antes de viajar, ¿qué debo tener en cuenta?

Algunos consejos sobre planificación del viaje e información previa

La motivación para realizar un viaje puede tener su origen en situaciones muy diferentes en cada caso. Quizá un amigo nos ha hecho una recomendación, hemos visto una imagen en la televisión que nos ha enamorado, encontramos la oportunidad para llevar a cabo una idea que teníamos desde hace tiempo o aprovechamos la visita a un familiar o amigo. Cada experiencia es única e irrepetible, pero sea cual sea el motivo para decidir un destino y emprender un viaje, hay algunas cosas que debemos tener en cuenta antes para no tener sorpresas.

Aunque queramos que nuestro viaje sea espontáneo y decidir sobre la marcha, os aconsejo echarle un vistazo a estos temas antes de salir de casa.

Seguridad

Muchos países en el mundo, aunque no estén en guerra, tienen unas condiciones de seguridad que hacen que necesitemos tomar precauciones excepcionales, o bien no visitarlos por el momento.

Consejos:

  • Ministerio de Asuntos Exteriores. Visitar la página de Recomendaciones de Viaje del Ministerio de Asuntos Exteriores para el país que queramos visitar
  • Registro de viajeros. Rellena tus datos en el Registro de Viajeros del Ministerio de Asuntos Exteriores.
  • Embajada Española. Contactar con la Embajada de España en el país destino en caso de realizar un viaje fuera de los circuitos turísticos o con una finalidad de cooperación (importando materiales desde España)
  • Noticias internacionales. Leer algún periódico nacional del país al que viajamos o bien algún otro de carácter internacional para hacernos una idea de la situación actual y de los niveles de conflicto a los que podemos enfrentarnos

Salud

Es frecuente que nuestra salud se resienta al cambiar de entorno, por lo general por el cambio en la alimentación aunque pueden ser otros motivos. Podemos enfermar durante el viaje, pero lo importante es que se reduzca al mínimo tanto la probabilidad como la gravedad de esta situación.

Consejos:

  • Vacunas. Hay algunas vacunas que son obligatorias para poder pasar la frontera, y otras recomendables. Localiza tu Centro de Vacunación Internacional más cercano y pide cita previa.  Haz esto con varios meses de antelación, existe lista de espera y algunas vacunas requieren varias dosis.
  • Seguro de viaje. No es obligatorio pero sí recomendable. La Seguridad Social no cubre atención en países fuera de la Unión Europea, si quieres que te atiendan sin gastarte un dineral, contrata un seguro que cubra atención médica y repatriación si la cosa se complica.
  • Botiquín. Prepara un botiquín de viaje. Incluye tus medicamentos habituales, aquello que creas que no vas a encontrar allí fácilmente, y utensilios de cura de heridas o para urgencias.
  • Parásitos e insectos. Infórmate sobre los parásitos que puede haber donde vayas. A veces están en el agua, otras en la comida, otras en la arena de la playa… Cada país es un mundo y es bueno saber qué otros habitantes que no vemos nos podemos traer con nosotros.
  • Animales. Si vamos a estar en contacto con animales, es bueno saber si pueden transmitir enfermedades y su nivel de agresividad. En general, cuanto menos nos fiemos de los animales salvajes, menos peligro correremos. No son personajes de Disney y estamos en su territorio.
  • Lagos y embalses. Por bonitos que sean y por clara que se vea el agua, no dejan de ser un ecosistema en el que habitan microorganismos que pueden transmitirnos enfermedades o decidir que se vienen con nosotros. Es fundamental conocer qué aguas son aptas para el baño y cuales no. No basta con fiarnos de lo que hace la población local, nuestro cuerpo no reaccionará igual.

Planificación general del viaje

Podemos tener un viaje lleno de sorpresas y sin ataduras sin necesidad de dejarlo todo al azar o ir sin preparación. No tener en cuenta algunos factores puede hacer que no podamos ni siquiera llegar a destino o la experiencia no sea tan agradable como suponíamos. 

Consejos:

  • Documentación. No olvides tener el pasaporte en regla y con una caducidad superior a tres meses, según el destino. Confirma qué debe cumplir tu documentación para poder acceder al país de destino. Lleva un duplicado de la documentación por si perdieras el original o te robaran y cuídalo bien. Además, en algunos países solicitan documentación adicional, como reservas de hotel, el nombre de un contacto local, una cantidad de dinero, etc. No permitas que estos requisitos te cancelen el viaje antes de comenzar y lleva todo preparado.
  • Visado. En la mayoría de países se requiere un visado para poder entrar. Se suele conseguir en el propio aeropuerto internacional en el que aterrizas, pero no siempre es así. Existen distintos tipos de visado y para diferentes tipos de actividades, revisalo bien antes de viajar. Si vas a acceder por carretera, no siempre existen puestos fronterizos que extiendan los visados y será necesario que lo lleves ya tramitado desde España, y en España no hay embajadas de todos los países, puede que tengas que enviar tu pasaporte a otro país un mes antes. Revisa la normativa de cada país con tiempo.
  • Viajar con animales y con menores de edad. Existe normativa específica tanto para el viaje con animales como con menores de edad. Consulta tanto la de la compañía aérea como las de los países que visites.
  • Climatología. En función de la fecha y de la zona geográfica podemos encontrar que aterrizamos justo en época de lluvias, con monzón, en deshielo, con fuertes ventiscas o probabilidad de tornados. En algunos casos esto puede ser peligroso y no deberíamos viajar con estas condiciones. Es importante saber a qué nos enfrentaremos, no solo para decidir si llevar bañador o abrigo, sino para no ponernos en un riesgo innecesario.
  • Moneda y casas de cambio. En la mayoría de las ocasiones en el mismo aeropuerto existen casas de cambio para poder adquirir moneda local. Siempre es mejor pagar en su moneda que llevar solo euros o dólares y esperar que las tiendas te hagan el cambio. No es cierto que los dólares se acepten en cualquier parte del mundo. De hecho, en algunas zonas ni siquiera puedes pagar con sus propios billetes y solo aceptan monedas o no disponen de cambio. Es importante conocer de antemano las posibilidades de cambiar dinero para estimar una cuantía que llevaremos encima. También es importante hacer un presupuesto estimado para llevar euros desde España suficientes para cubrir todo el tiempo que no haya posibilidades de acceder a un cajero (la mayoría fuera de ciudades).
  • Aeropuertos locales y transporte interno.  Para movernos dentro del país podemos optar por viajar en avión o por carretera (en algunos sitios también por tren, pero son los menos). Cada opción tiene sus pros y sus contras. El avión es más rápido pero también más caro y no entras en contacto con la población local, perdiendo además la transición de paisaje entre un punto y otro. Por otra parte debería ser la única opción para atravesar zonas conflictivas, de guerrillas o con inestabilidad. Es bueno tener un mapa mental de las posibilidades que hay por si queremos adelantar buena parte de los kilómetros sin complicaciones.
  • Alojamiento. Aunque se vaya a la aventura y sin planificación, es bueno saber si existen rutas turísticas estipuladas, donde encontraremos alojamiento sin problemas, o de lo contrario nos adentraremos en territorio fuera de los circuitos donde o bien conocemos a alguien, o nos hacemos amigos de alguien, o dormimos al raso. Esto último no es aconsejable en algunos lugares. ¿Hay que reservar o solo llegar y pedir cama? ¿Cuantos kilómetros  (o más bien horas) hay hasta el siguiente pueblo si no encuentro dónde dormir en este? Deberíamos tener claras estas preguntas antes de emprender camino cada día. Si ya es tarde es posible que nadie nos abra la puerta.
  • Equipaje. Antes de echar ropa a la maleta tenemos que saber qué tipo de equipaje llevaremos, y esto es función de cómo viajaremos. Si vamos a tener un coche todo el periodo con maletero ajustado, quizá es bueno llevar muchas bolsas pequeñas y moldeables para aprovechar mejor el espacio. Si vamos a caminar o coger transportes públicos lo más apropiado es un único macuto compacto con todo dentro y quizá una riñonera para las cosas pequeñas de primera necesidad. Si estamos por ciudad cómoda puede venir bien una maleta con ruedas que no nos cargue la espalda. También es bueno saber qué tipo de ejercicio haremos con la mochila a la espalda si vamos caminando. Es posible que necesitemos limitar los kilos de equipaje si queremos llegar al destino.
  • Cobertura móvil. En general podremos comprar una tarjeta de teléfono con datos nada más llegar a la civilización. Pero es bueno saber qué compañías telefónicas existen y cuál es la que me ofrece la mejor cobertura de acuerdo al recorrido que voy a realizar. Aunque sea la compañía mayoritaria, si no la puedes usar en zona rural y vas a estar la mayor parte del tiempo en el campo, no merece la pena.
  • Horarios. Quizá no sea tan relevante saberlo de antemano, pero una vez se está viajando es fundamental conocer el horario comercial o habitual de desayuno, comida y cena para no llegar tarde a ninguna de las tomas ni quedarnos sin cama porque ya han pasado tres horas desde la hora de dormir y nadie espera visita.
  • Compañías locales. Para acceder a algunos sitios (en general parques naturales o nacionales) en numerosas ocasiones exigen que se gestione el transporte a través de alguna compañía. Normalmente se pueden contratar allí mismo pero es difícil comparar precios. Para obtener un buen precio y calidad del servicio compensa llevar unos nombres apuntados y después negociar sobre la marcha.

Cultura

Si vamos a viajar con botas y sin ser turistas sino viajeros, es importante conectar con la población local. Para ello, conocer partes importantes de su cultura y costumbres se hace imprescindible.

Consejos:

  • Idioma. Debemos saber de antemano qué se habla y qué dialectos hay, y no está de más ir aprendiendo las palabras más frecuentes. Todo el mundo esboza una amplia sonrisa cuando alguien que está de paso le dice «gracias» en su propia lengua.
  • Comida. Si tenemos intolerancia a algún alimento o si simplemente no nos gusta comer de todo se hace fundamental conocer la gastronomía local, pero aunque no sea así debemos saber cuales son los platos principales que podremos encontrar: qué no comen nunca (carne, lácteos, pescado, verduras, etc), qué será más barato y qué más caro, qué queremos buscar para probar porque solo tendremos esa oportunidad, qué comen solo los turistas porque creen que es tradición pero en realidad no está en su menú, qué supone un cumplido probar…
  • Cultura. Si de verdad queremos empatizar con la población local tendremos que conocer algo de su historia y costumbres. Si han sido colonizados y por quién, qué grandes guerras han sufrido, qué etnias diferentes hay y cómo se llevan entre ellas, cuál es su religión mayoritaria y con qué otras convive, qué consideran una ofensa, qué hacen diferente de nosotros, cuál es su calendario y qué eventos coinciden con nuestro viaje.
  • Precios y regateo. Es difícil conocer de antemano cuál es el precio que debemos pagar por un determinado bien o servicio. De hecho, aun estando una temporada no llegamos a saber cuanto le cuesta a alguien que vive allí, por lo general. Dedicaremos un post específico para este tema y por qué creemos que se debe regatear. Para ayudar a saber los precios habituales vamos a crear en esta página una WikiPrecios 🙂
  • Geografía. Igual que para salir un fin de semana sabemos si vamos a la playa o a la montaña, en un viaje internacional también es necesario saber si lo que vamos a encontrar es sabana, selva, desierto, tundra, glaciares… También debo saber a qué altitud me moveré, si tendré ríos cerca, un paisaje escarpado o una llanura interminable. El entorno condicionará los transportes, el acceso a agua potable, la sombra o cobijo, el tipo de fauna, la humedad y si tengo que tener precaución con el mal de altura o no.
  • ONGs. Aunque no haga turismo solidario ni vaya a visitar ninguna ONG, es bueno saber si existen y qué hacen. El contacto de las ONGs con la población hace que el trato entre razas y culturas sea habitual y por tanto nuestra interacción también se dé de manera más natural.

Este post ha pretendido ser una aproximación a lo que creemos que es bueno revisar antes de decidir emprender un viaje y esperamos que haya sido útil. Ampliaremos algunos de estos puntos en futuros post.

Por favor, déjanos un comentario para contarnos qué te parece, qué echas en falta o qué te ha sido más útil. ¡Muchas gracias!

Viajo con botas

No Comments

Post A Comment